A veces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos de vivir en unos años en los que existe Invisalign, unas cómodas fundas que a través de fuerzas muy leves ordenan y recolocan nuestros dientes solucionando cualquier maloclusión y de forma invisible.
¿Sabías que la creación de las primeras ortodoncias le deben mucho a los relojes? Así es. Pierre Fauchard, el que se considera el pionero de las técnicas de odontología que conocemos a día de hoy, empleó y adaptó las herramientas que tenían los relojeros y también los maestros artesanos de joyas como instrumental para sus primeras operaciones. Fauchard se interesó por este campo de estudio por su paso por la Marina. Los marineros tenían muchos problemas en sus dientes, lo que llamó la atención de este médico francés a investigar los motivos y dar con varias soluciones. En uno de sus libros, fechado en el año 1728 empieza a sugerir lo que se convertirá en la ortodoncia contemporánea.
La investigación de Fauchard la recogió Farrar, que fue el que creó los primeros bracekts. John Nutting Farrar se interesó por el proceso relacionado con el movimiento de los dientes. Él creía que, aplicando fuerzas leves y suaves a través de un mecanismo alojado en la boca, se podrían solucionar las maloclusiones. Sus teorías se recogieron en un libro publicado entre 1888 y 1898. Más de 100 años después, los ortodoncistas hemos ido trabajando, estudiando y perfeccionando nuestras técnicas hasta llegar a Invisalign.
La ortodoncia tiene en Fauchard y en Farrar a sus padres
Gracias a Fauchard, a Farrar y al resto de ortodoncistas desde entonces a 2019, ahora podemos ofrecer tratamientos estéticos y de ortodoncia que apenas implican dolor, que se resuelven en el menor tiempo posible y que no implican desembolsos tan grandes como en aquellos años. En la actualidad, los ortodoncistas recordamos a estos pioneros y seguimos investigando para hacer avanzar la técnica de la ortodoncia. En González-Dans estamos muy comprometidos con esta idea.