Invisalign es más conocida como ‘ortodoncia invisible’, pero, ¿es realmente invisible? ¿No se ve nada de nada? Aunque los beneficios y la comodidad de Invisalign sean muchos, no vamos a ocultar que más de la mitad de los que buscan Invisalign para corregir alguna maloclusión lo hacen porque no quieren que se vea la ortodoncia.
Invisalign se ha ganado el apelativo de ortodoncia invisible a pulso, y bien ganado. No se ve a no ser que uno se esfuerce en verlo. No tiene brackets, no es fijo y se puede retirar para comer. Tan solo se aprecia el resalte por la parte inferior de los dientes si alguien se acerca mucho a la boca; y es una detalle muy pequeño, porque las fundas de Invisalign no son nada gruesas. Entonces, si no tiene ningún hierro, ¿cómo es que puede solucionar cualquier problema de la boca fácilmente?
Los resultados que consigue Invisalign solo se pueden lograr con una mano experta y tras muchos años de investigación. Cuando nació Invisalign, apenas podía solucionar un puñado de casos, pero a día de hoy, tras mucho trabajo, mucho desarrollo y habiendo los profesionales del campo de ortodoncia estudiado a fondo esa tecnología, se puede solucionar todo.
La ortodoncia Invisalign es realmente invisible y así funciona
Su forma de trabajar consiste en entregar al paciente un juego de férulas transparentes que se han de intercambiar cada una o dos semanas. Estas lo que hacen es forzar de forma sutil movimientos en la boca para que se alcancen los resultados deseados; como si se tratara de un molde. Son movimientos ínfimos, por eso hay que cambiar las fundas con tan poco margen. Lo estupendo es que no tienes que hacerlo viniendo tú mismo a la consulta, podrás hacerlo cómodamente en casa. En la clínica del ortodoncista González-Dans comprobaremos que todo va bien.
Así que sí, la ortodoncia invisible es invisible y así funciona. Si estás interesado en tener una sonrisa estupenda, confía solo en profesionales. Te esperamos en nuestra clínica de Juan Flórez.