Una de las preguntas que más se hace la gente antes de elegir un sistema de ortodoncia es por qué elegir uno u otro. En concreto, una de las preguntas más comunes es ¿por qué usar Invisalign en lugar un sistema de ortodoncia convencional?
Las ventajas que ofrece Invisalign son estéticas y de comodidad. En función de tu caso, podrás tener que llevar ortodoncia durante más de un año, lo que significa muchas comidas, muchas reuniones sociales y muchas conversaciones. En lugar de una ortodoncia con brackets, Invisalign es una pareja fundas transparentes que se colocan fácilmente en la boca, pudiendo ser retiradas para limpiarte los dientes y comer. Además, a no ser que se te acerquen mucho, no se verán.
Eso significa que podrás comer lo que quieras. Si eres una persona que viaja mucho, y que no puedes venir demasiado a la consulta a revisarte los brackets, hay otra ventaja. Al no tener mecanismos, no hay que apretar o ajustar nada para hacer avanzar el tratamiento. En su lugar, te daremos unos juegos de fundas que tú mismo te cambiarás. De este modo podrás planificar tus desplazamientos por trabajo sin tener que preocuparte.
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Pero Invisalign no es solo para adultos, también para niños y adolescentes. Este es uno de los usos más desconocidos de Invisalign pero que más impacto está teniendo. Si tienes hijos, sabrás que puede resultar un calvario convencerle de que lleve la ortodoncia. Por eso, te gustará saber que los niños responden muy bien a una colección de fundas invisibles que les facilitan el lavado y la comida, pudiendo presumir con sus amigos e incluso sonriendo de oreja a oreja al hacerse selfies.
Y hay otra ventaja más. Los brackets, a veces, hacen heriditas en la boca al darse un golpe al hacer deporte. Eso no ocurre con Invisalign, pues su estructura los absorbe sin problemas. Esperamos que tras leer este artículo te hayas dado cuenta que la pregunta que hay que hacerse en realidad es: ¿por qué no usar Invisalign?