El tratamiento de Invisalign consta de varias fases. La primera es la de diagnóstico, Tras ella, sabremos cuánto tiempo tienes que llevar Invisalign y qué número de fundas tendrás que usar. A medida que avance el proceso, realizaremos distintas intervenciones en la boca. Generaremos espacio entre los dientes, pondremos ataches… Y, finalmente, pasaremos al proceso de refinamiento.

Pero aquí no acaba todo. Los dientes están en constante movimiento. Lo que hace Invisalign es recolocar cada pieza dental en su sitio, pero luego hay que mantenerlos ahí. Por eso, una vez que estemos totalmente satisfechos del resultado final, colocaremos unos retenedores en la fila de dientes superior e inferior. Son dos pequeños hilos metálicos adheridos a los dientes. En un par de días, ni te darás cuenta de que los llevas.

Con los retenedores, aseguras que tu sonrisa esté perfecta tras la ortodoncia

Estos retenedores no requieren de ninguna limpieza especial y tampoco se ven, puesto que se colocan en el envés de la dentadura. Para complementar el trabajo de los retenedores, todas las noches tendrás que ponerte una funda transparente y similar al Invisalign en la arcada superior. Esta funda ayuda mucho a los que tienen bruxismo, ya que frena el rechinar de los dientes y evita que te levantes con dolor.

En caso de que tengas mucho bruxismo, podrás ponerte esta funda también a lo largo del día. Si, por ejemplo, trabajas en casa, podrás llevarlo mientras desempeñas tu labor, pero con que te lo pongas de noche ya es más que suficiente. Esta funda se limpia como Invisalign, usando un cepillito limpio y dándole una pasada de vez en cuando. Tendrás que llevarlo un periodo de dos años.

Este es el proceso de Invisalign, y es el mismo con cualquier ortodoncia invisible. El motivo es que los dientes siempre están en constante movimiento. Si tras la ortodoncia invisible no llevarás nada, en cuestión de pocos años volverían a producirse maloclusiones. Si vives en A Coruña, pide más información sin compromiso a nuestra clínica de ortodoncia.