Los retenedores son una parte más del proceso de ortodoncia invisible. Una vez colocada cada pieza dental en su lugar correcto, se usan retenedores. Este sistema consiste en una funda transparente que se coloca en la arcada superior, próxima al paladar. Su función es la de impedir que se cierre la mandíbula y no se produzcan movimientos de la dentadura que reviertan el trabajo hecho.
Precisamente por eso, los retenedores tienen que usarse todos los días. Si te vas de viaje tres días, tienes que llevarlos contigo. Si los pierdes tienes que conseguir otros, y si se te rompen, tienes que repararlos. Lo normal es que un retenedor no se rompa, pero se dan casos en que sí se desgastan hasta el punto de erosionarse y partirse. El principal es el bruxismo. Si sufres bruxismo, lo mascaras y lo desgastarás, y la raja que le hagas lo acabará partiendo en dos.
Los retenedores alivian mucho las molestias del bruxismo
Si este es tu caso, no te servirá la típica reparación que podemos hacer en casa con un poquito de pegamento, lo que necesitas es acudir a nuestra clínica de ortodoncia en A Coruña. En ocasiones, recomendamos el uso de retenedores hechos con una pasta un poco más dura. Resisten mucho más y aguantan la erosión provocada por el bruxismo. En el momento en el que veas que empiezan a aparecer los surcos en los dientes y los cortes, tienes que ponerte en contacto con nosotros. De esa forma, podremos preparar una nueva funda para cuando se te parta la que llevas.
De todas formas, hay una buena noticia. Estos retenedores transparentes es cierto que se pueden desgastar, pero aunque tengas que hacer varios cambios, alivian mucho las molestias del bruxismo. Además, resulta mucho más económico usar retenedores que las fundas contra el bruxismo, aunque tengas que realizar varios cambios. Ponte en contacto con nosotros sin compromiso.