La medicina tiene un precio, la ciencia también; y la salud. Todo lo que nos cura o alivia nuestro dolor no nace de la nada. Procede de un intrincado proceso de investigación, mejora continua y perfeccionamiento. Y todo ello creado por profesionales altamente cualificados.
La ortodoncia invisible no es ninguna excepción. A veces en la consulta alguien nos pregunta que cómo puede tener el precio que tiene unas sencillas fundas que parecen de plástico. La respuesta es que hay muchísimo trabajo tras ellas. No son de plástico y son muchas.
Tanto Spark como Invisalign llevan años mejorando sus sistemas para que sus ortodoncias funcionen mejor, en menos tiempo y de manera menos efectiva. Y no olvidemos que la ortodoncia invisible no son solo las fundas, pues ellas son solo parte del tratamiento.
El precio de cada ortodoncia invisible incluye años de investigación, diagnóstico y todo el tratamiento
Un proceso de ortodoncia invisible implica realizar un elaborado diagnóstico, hacer previsiones y estimaciones de la evolución del tratamiento y diseñar una ortodoncia invisible personalizadísima para ti. Muchas veces se requieren fundas extra. En nuestra clínica de ortodoncia somos muy estrictos con el proceso de refinamiento.
Este proceso se refiere a que cuando el tratamiento suele darse por finalizado en otras clínicas, nosotros lo continuamos para conseguir la perfección absoluta, la sonrisa perfecta que estás buscando. Y hasta que tú no te veas genial, no pararemos con el tratamiento.
Además, muchas veces hay que hacer sesiones de separación de dientes en busca de espacio, rediseño del tratamiento durante el mismo proceso y más revisiones. Es decir, la ortodoncia invisible tiene el precio que tiene porque implica más de un año de trabajo de muchos profesionales de la salud que se ponen a tus pies.
Entonces, la pregunta es, ¿por qué algunas clínicas de ortodoncia hacen tantas ofertas? La respuesta es sencilla, porque eliminan el proceso de refinamiento, las revisiones y acortan los tiempos del tratamiento. Esto es algo que sabemos por experiencia, pues muchos de nuestros pacientes llegan buscando una solución a una oferta aceptada.
Porque, en medicina, hay que curar, no hacer saldos.