Es increíble la diferencia entre alguien que no tiene ortodoncia y quien sí se la ha puesto. Cuando la tienes en la boca, pasas de pensar: ¿por qué la ortodoncia hay que llevarla tantos meses? a ¡si hay que llevarla un par de meses más, perfecto. Quiero tener una sonrisa de diez. En este artículo te vamos a explicar por qué es importante que la ortodoncia, sea invisible o tradicional, esté en tu boca el tiempo que exige el tratamiento.

La labor de una ortodoncia es mover los dientes a su lugar correcto. Este lugar no es solo aquel en el que quedan estéticamente bien. Los movimientos que provoca tu ortodoncia sirven también para ampliar el tamaño de la mandíbula y darte salud. Si este movimiento se produjera de forma brusca, el dolor sería inimaginable, se producirían sangrados y los resultados no serían permanentes.

Porque las piezas dentales han de moverse poco a poco y asentarse para que no se produzca dolor y los resultados sean efectivos. Gracias a este ritmo sosegado es por lo que, cuando ya tenemos la ortodoncia en la boca, ni nos acordamos de que la llevamos puesta y nos da igual que dure más o menos tiempo. Mes a mes, nos miramos al espejo y descubrimos cómo nuestra sonrisa mejora, cómo ese diente que siempre nos ha horrorizado ahora ha vuelto a su sitio y nos encanta, y cómo nos sentimos más nosotros mismos.

La ortodoncia no “dura tanto”, dura lo que tiene que durar

Cuando empieces tu tratamiento de ortodoncia descubrirás que ese mes y medio de tratamiento pasa volando, y que hasta lo disfrutarás. Seguirás con tu vida como si tal cosa. Con la ortodoncia invisible, podrás comer y dormir normalmente, y hasta te aliviará ese dolor del bruxismo con el que te despiertas.

Ahora que ya sabes por qué la ortodoncia invisible dura lo que tiene que durar, y que una vez que te la pongas no te importará ver cómo mejoras día a día, sino al contrario, ponte en contacto con nosotros. Si vives en Galicia, elige la Clínica de Ortodoncia González Dans.