¿Tu ortodoncista no te hizo radiografías? Pues ten mucho cuidado. Hay ofertas en ortodoncias invisibles que parecen formidables, baratísimas y magníficas, ¿verdad? El problema es que cuando las aceptas, te parece que todo va “demasiado rápido”. Un día te dan el presupuesto y, casi al siguiente, ya tienes la ortodoncia en tu boca, ¡incluso sin radiografías! ¿Eso es normal? Pues no, no lo es.

Nadie regala nada. Las ofertas en ortodoncia solo se consiguen abaratando el servicio y reduciendo costes, ¿y dónde se reducen? En las fases de diagnóstico y refinamiento. Es decir, en las iniciales y finales. Hay que hacer siempre, siempre, siempre radiografías antes de poner una ortodoncia. Antes de colocarla hay que descartar caries y otros problemas de salud dental. Hay que conocer el estado de la mandíbula y de las muelas del juicio.

Si esto no se hace, es probable que tengas problemas a futuro. Pero claro, hacer una ortodoncia cuesta dinero, y también reparar las caries. Por eso hay franquicias de ortodoncia que no la hacen explicando que la oferta es solo por la ortodoncia en sí. El otro momento en el que se abarata es en el de refinamiento. Una ortodoncia invisible tiene dos fases durante el mismo tratamiento: unas veinte fundas para poner tus dientes en su sitio, y otras 20 (siempre en función de cada caso) para refinar tu sonrisa y dejarla perfecta.

En ortodoncia, las radiografías son esenciales

La fase de refinamiento es crucial. Siempre que alguien dice: “no me gusta cómo han quedado mis dientes después de la ortodoncia” es porque el ortodoncista se ha saltado esta fase. Así que muchísimo cuidado con las ofertas, y muchísimo ojo si no te hacen radiografías. Precisamente por esto son tantas las franquicias dentales que cierran, porque acaban teniendo muchísimas quejas. Nosotros apostamos por la calidad. Queremos que tu sonrisa sea perfecta. Ofrecemos muchísimas facilidades de pago para todos los bolsillos, pero nunca abarataremos nuestro servicio. Porque lo barato, en salud, sale carísimo.