Una consulta que nos ha llegado recientemente es si los brackets se pueden poner durante el tiempo que se desee, quitarse y retomar el tratamiento más tarde. La respuesta es que no y te vamos a explicar por qué. Los dientes están en continuo movimiento. No paran nunca quietos, solo que sus movimientos son tan lentos y constantes que cuesta percibirlos. En el momento en el que acudes a nuestra clínica, desarrollamos un diagnóstico de tu boca, la analizamos, y creamos un sistema (brackets o Invisalign) que los conduce al sitio donde deben estar.
Este sistema puede ser fijo, en el caso de los brackets, o con la posibilidad de quitarlo cuando tengas que comer. Tanto los brackets como Invisalign son los protagonistas de un tratamiento que suele durar entre ocho meses y dos años. Durante todo ese tiempo, controlamos el movimiento de los dientes. En el momento en el que están donde deben, colocamos unos retenedores para que se mantengan fijos.
Ni los brackets ni Invisalign se pueden llevar solo un mes
Dicho esto, es fácil comprender por qué no podemos colocarnos unos brackets, quitarlos y volver a ponerlos a los cuatro meses. El motivo es que, cuatro meses después, habrá que diseñar un tratamiento nuevo desde cero, volver a mirar cómo están colocados los dientes, y dónde, y empezar de cero. Todo el trabajo anterior se perderá, por lo que hacerlo no tiene sentido. Y es que hay que que pensar en un tratamiento de ortodoncia no es uno estético, sino de salud. Cuando empiezas a tomar los antibióticos por culpa de una otitis, por ejemplo, tampoco puedes parar hasta finalizar el tratamiento.
Con la ortodoncia, como con todo en medicina, las claves son constancia, paciencia, tesón y la absoluta colaboración del paciente. Con la ortodoncia conseguirás recuperar tu sonrisa, pero llevando el tratamiento hasta el final.