Si tienes un diente torcido, la mandíbula con las piezas dentales descolocadas o algún elemento estético que no te agrada, seguro que estás pensando en ponerte una ortodoncia. Puede que la prefieras fija o removible, transparente o usando brackets. Esa es una decisión que puedes tomar a nuestro lado, pero la que tienes que tomar tú es ¿espero unos años a ponerme la ortodoncia y acudir para ello a nuestra clínica dental en A Coruña? ¿O mejor me lo pongo ahora? Esa pregunta es la que vamos a responder hoy.
Lo primero que tienes que saber para responder a esta pregunta es que los dientes están en continuo movimiento. Siempre se están moviendo. Esta naturaleza es la que nos permite usar una ortodoncia para dirigir esos movimientos al sitio correcto. La razón de todo este movimiento son las presiones internas de la mandíbula, el bruxismo y el uso en sí de los dientes día a día. El problema es que este movimiento descoloca los dientes.
Lo mejor no es esperar a usar la ortodoncia. Tus dientes siempre se están moviendo
Esto ocurre poco a poco. Busca una foto tuya de hace 10 años, compárala con una foto reciente, ¿a qué los dientes se han movido? ¿Y a que no lo han hecho hacia el sitio que más te interesa? Claro que no, porque estos movimientos no buscan ninguna estética, sino adaptarse a las presiones que se producen. Esto quiere decir que los dientes se van a seguir moviendo mal constantemente, sin parar, de forma insistente… Por lo que cuanto más esperes a usar una ortodoncia, más largo será el tratamiento posterior.
Por lo tanto, lo ideal es ponerse ortodoncia ya. La ortodoncia, como puede ser Invisalign o Spark, los sistemas de ortodoncia invisible, frenan ese movimiento, lo paran de lleno y los mueven a su lugar correcto. Una vez el tratamiento haya finalizado, se colocan unos cómodos retenedores que son imperceptibles a la vista.