¿Se mueven los dientes con retenedores fijos tras una ortodoncia? ¿Cuándo me los puedo quitar? ¿Qué hacer para que no se muevan los dientes con el tiempo? Hoy respondemos a todas las preguntas más comunes relacionadas con los retenedores.

Lo primero que hay que entender es que los dientes son elementos del cuerpo que están en continuo movimiento; como cualquier parte del cuerpo. Tu cuerpo bombea sangre, suda, se enfría, crece y se desgasta. Aunque no lo creas, ninguna zona o parte de nuestro cuerpo está quieta, y los dientes no son ninguna excepción.

Las piezas dentales, además, sufren muchas presiones, tensiones y esfuerzo Con los dientes comemos, los apretamos sin querer por las noches, sufrimos traumatismos, hablamos… Es decir, los dientes están en constante movimiento. Si sufrimos apiñamiento, esa presión los hará moverse y lo mismo con cualquier otra maloclusión. Por eso siempre es mejor ponerse una ortodoncia cuanto antes, porque, con el tiempo, la cosa irá a peor.

Es por ello que cuando finalizamos contigo tu tratamiento de ortodoncia ponemos retenedores. Su trabajo es retener este movimiento natural para que todo el trabajo producido por la ortodoncia se fije. En función de tu tratamiento, de tu boca y mandíbula, determinaremos un tiempo en el que los tienes que llevar puesto. No hay tiempo fijo para cada paciente, todo depende del trabajo que hayamos tenido que realizar.

dientes pequeños

Los retenedores son clave en el tratamiento de ortodoncia, sea con alineadores invisibles Invisalign o Spark, o con brackets Damon.

Aunque al principio puede que sean molestos o te incomoden, debes de seguir el consejo de tu dentista. Solo cuando determinemos que es seguro retirarlos y asegurar que tu sonrisa siga siendo perfecta, será cuando lo hagamos. Hay casos de pacientes que se niegan a ponerse los retenedores y luego se asombran al descubrir que la ortodoncia no ha funcionado, eso es porque los retenedores también hay que comprenderlos como parte de este tratamiento.

Tras un largo proceso con tu ortodoncia, entre los doce meses y los dos años, lo ideal sería que los dientes pensaran: “bueno, me han puesto en un sitio magnífico, me voy a quedar aquí para siempre, ¿verdad?”, pero ese no es el caso. Los dientes, como cualquier parte del cuerpo, están en continuo movimiento.

La ortodoncia es un proceso de varias fases: diagnóstico, tratamiento y refinamiento. Esta última fase, la del refinamiento, sólo se realiza si la ortodoncia se hace con alienadores invisibles y consiste en alargar el tratamiento un poco si es necesario y alcanzar la calidad deseada. Muchos ortodoncistas ponen ofertas en internet para ofrecer ortodoncia barata; y la forma de reducir gastos es eliminando o minimizando el diagnóstico y el refinamiento.

¿Y qué puedes hacer si tus dientes se han movido después de la ortodoncia y están feos? Pues lo ideal es que vayas a un ortodoncista experto y de confianza,  te haga un plan para reposicionar los dientes y, esta vez, asegúrate de que el refinamiento sí sea perfecto. Y no te olvides que tu colaboración a lo largo de todo el proceso es clave para obtención de los mejores resultados. Lo barato sale caro, y más si hablamos de salud o de ortodoncia. Por eso, en lo relativo a la ortodoncia, busca calidad, no ofertas maravillosas. Si vives en A Coruña, te esperamos en nuestra clínica. Pide tu cita y ven a visitarnos.