Una ortodoncia no es algo que cualquier persona pueda hacer. Si no eliges bien a tu ortodoncista, puedes acabar llevándote una ortodoncia mal hecha, que no te da los resultados esperados, que hará que tu sonrisa no sea la esperada cuando te la retiren y que no arregle tus maluclosiones.
Pero cuidado. No siempre los efectos negativos de la ortodoncia vienen producidos por la mala mano de un ortodoncista. Por ejemplo, en el caso de Invisalign, hay que llevar puesta la ortodoncia invisible durante 22 horas al día. Si solo la llevas 10 o menos, el tratamiento no hará efecto, y las consecuencias será que no se llegue a los resultados deseados. Es decir, para que la ortodoncia esté “bien hecha” se necesita tanto la mano de un buen ortodoncista como un paciente responsable.
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Dicho esto, en los últimos años han abundado la creación de franquicias de ortodoncistas, ofertas y otros negocios que ponen la ortodoncia muy, muy barata. Abaratar un tratamiento médico es el primer paso para detectar que puede que tu ortodoncia esté mal hecha en el futuro. El motivo es que para lograr esa rebaja se reducen los tiempos de diagnóstico, tratamiento y refinamiento. Se hacen las cosas deprisa, y en el campo de la ortodoncia las prisas no son buenas.
Entonces, ¿cómo evitar que tu ortodoncia esté mal hecha? Acude a profesionales con años de experiencia, con buenas opiniones y con resultados demostrados. La clínica de ortodoncia González-Dans lleva en activo casi 30 años, con más de 1000 sonrisas de niños, adolescentes y adultos arregladas. Y también nos han llegado más de uno y más de dos casos de personas con ortodoncias mal hechas por recurrir a ofertas. Así que si quieres sonreír feliz y de oreja a oreja, llámanos si vives en Galicia.